Margarita Moreno, presidenta de la Junta de Vecinos de Cuncumén, acompañó durante un día al turno de monitores de la mesa calidad del aire.
¿Por qué decidió acompañar a los monitores?
Para ver en terreno la situación que se genera en caso de emergencia o conocer el proceso de los monitores en sí, ya que muchas veces se cuestiona que hay mucha polución y se pregunta dónde están los monitores, pero en resumidas cuentas ellos van haciendo la fiscalización, pero más allá no pueden llegar e intervenir. Lo que sí pueden es mostrar o denunciar las irregularidades que encuentran.
¿Qué le pareció la experiencia?
Nacida y criada en Cuncumén yo no conocía la minera. Mi percepción fue de un impacto ambiental tremendamente grande. Está todo cambiado a cómo era la cordillera de Cuncumén.
¿Qué evaluación puede hacer del sistema de trabajo entre monitores y la mina?
Las monitoras van, anotan, sacan fotos y después hacen el informe de qué está funcionando y que no. Porque más allá no pueden ir. Yo lo veo como un tema de voluntad de las empresas colaboradoras que tiene MLP.
¿Qué le gustaría que ocurriera?
Aunque esté en duda el trabajo de los monitores, ellos hacen lo que pueden. Cuando ven algo lo denuncian. Donde hay que generar conciencia es en las empresas colaboradoras. Yo me encontré con deficiencia en el riego. Falta que la minera sea más exigente. Que la empresa no venga a sacar el turno sin importarle estar tirando todo el polvo a los vecinos. Porque está bien, la mina produce, pero hay empresas que tienen contrato para mitigar y que el tráfico de camiones no haga polución.
¿Qué rescata de esta experiencia?
Es muy bonito hablar desde afuera, pero hay que estar ahí para ver cuáles son las falencias. No es problema del monitor, aquí es netamente de empresas colaboradoras, falta de compromiso y respeto por las comunidades, nada más.
PUBLICADO EN EL BOLETÍN DE AGOSTO 2017
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