Hay muchas cosas que han cambiado en Cuncumén. Antes todos tenían animales, entre vacunos, cabras, ovejas, burros y caballos en todo el campo. También se sembraba trigo, porotos, papas y maíz. Se cosechaba harto pasto para mantener a los animales en el invierno, que en ese entonces era crudo porque la nieve podía llegar a un metro de altura. Se guardaban miles de fardos en la hacienda, y en los potreros se hacían pajonales de pasto aprensados con caballos. En las trillas de trigo también se guardaba para forrajear. Pero los tiempos van cambiando. Se entregaron las tierras. Cada cual tiene su parcela. Entraron los parrones, nogales y plantaciones.
Pero qué podemos hacer con la falta de agua. Es una fuente que tenemos todos y sin eso no hacemos nada. Ya no es como antes en que uno sembraba en cualquier parte. Antes teníamos muchos canales. Se regaba desde el Chacay hacia abajo, se hacían pastadas, había alfalfa. Hemos tenido periodos de sequía pero no tan fuertes como ahora. El río hoy se puede cruzar a pie en algunos sectores, eso nunca fue así. Ahora estamos escasamente regando algunas horas, antes teníamos para toda la parcela.
Ahora los animales han adelgazado, se han llenado de piojos. Uno agota todo lo que tiene para poder mantenerlos y al final igual se mueren. Hemos gastado los ahorros que teníamos. Todos guardamos pasto para tener para en el invierno. Pero eso ya se acabó. La ayuda es muy poca y tenemos que buscar cómo repartirla para que todos queden contentos.
Antes hacíamos rodeos para no tener que pedirles a los socios cooperación para comprar pasto. Como era de todos, a todos les tocaba por igual. En ese entonces se hacían fiestas religiosas. Se cooperaba con un poquito de algo, pero ahora eso no se ve y se va perdiendo la fe.
La minera no quiere que se termine la tradición del criancero, pero si seguimos así se va a terminar. Vamos a ir decayendo porque los animales se están muriendo solos. Falta más unión en la gente. Que todos vayan para el mismo lado. Ver de otra manera Cuncumén. Me gustaría que fuéramos más unidos para conseguir las cosas. Sin duda todos queremos que llegue pronto la lluvia y dejar atrás esta triste etapa que recién está comenzando. Pero para superarla, debemos trabajar unidos.
Publicado en el boletín de septiembre 2019
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