MI HISTORIA EN VALLE ALTO: El rodeo en Cuncumén

Cuecas y tonadas se escuchan desde el Valle Alto del Choapa. El ambiente festivo se apodera del sector, con una mezcla de sabrosos aromas y una alegría que embarga a cada vecino, contagiando a las visitas que se acercan. Algunos vienen preparados para acampar durante varios días, otros han conseguido un espacio en la casa de algún familiar o amigo. No importa la forma, el objetivo es uno: disfrutar del rodeo en Cuncumén.

Son varios los que arman “rancho” y llenan la calle principal. Todos se acercan a la medialuna para compartir y disfrutar de un deporte que se practica en Cuncumén desde antes de 1940. En esa época era el administrador del fundo el que organizaba y ponía a disposición los animales para competir. Enrique Aguilera, Antonio Maldonado, Juan González Araya, Rodolfo Flores, José Torreblanca, Roberto Ávila, son solo algunos de los nombres que quedaron en la memoria de quienes siguen fieles al rodeo. Fueron ellos los que en una medialuna de pirca preparaban días antes el lugar con ramas de arrayán para habilitar el sector donde se atajaba al novillo. Recién a fines de los 90 se construyó el actual recinto de madera que alberga cada rodeo.

Cuando se acabó el fundo, eran los mismos vecinos los que ponían sus animales a disposición de esta actividad. Por eso, en los días previos era común ver un peregrinar de jinetes, caballos y novillos acercándose al lugar. Pero este año el panorama ha cambiado. Los animales están cansados, flacos y hambrientos. La organización del rodeo de Fiestas Patrias ha tenido que arrendar ejemplares de localidades que todavía no se han visto afectadas por la sequía. La falta de agua es hoy la principal amenaza esta tradición. Pero eso no desanima a sus protagonistas. Frente a la adversidad el Club de Huaso Alto Choapa y la Agrupación de Huasos de Cuncumén tienen miembros que se niegan a decaer. Seguirán luchando por mantener esta práctica que varios jóvenes están aprendiendo para que el rodeo, los asados y el baile sigan siendo el alma de la fiesta en la medialuna de Cuncumén.